ASESINAS EN SERIE: ELIZABETH BATHORY, LA CONDESA SANGRIENTA

Hoy vengo hablaros de la condesa húngara Elizabeth Bathory (Erzsébet Báthory) la mayor asesina de la historia. Su historia es tan escalofriante que cuesta ya distinguir dónde acaba la realidad y dónde comienza la leyenda.

Elisabeth Bathory nace el 7 de agosto de 1560 en Hungría, en el seno de una familia aristócrata muy poderosa y, por lo poco que se sabe, su infancia transcurre con total normalidad. Bueno, al parecer, se habla de unas tremendas rabietas durante su niñez que los expertos médicos de la época diagnosticaron como ataques de epilepsia.

Cuando tiene apenas 10 años, en 1570, su familia la promete con Ferenc Nádasy, de 15 años, con quien se casaría cinco años después. Juntos se trasladan al castillo de Csejthe (en la actual Eslovaquia) y tendrían cuatro hijos: Ana, Úrsula, Katherina y Pablo.

Ferenc, al que llamaban “el Caballero negro” era un general del ejército que estaba continuamente de batalla en batalla por lo que Elisabeth estaba largas temporadas sola y aprovechaba las ausencias de su marido para poner en práctica técnicas de tortura que Ferenc le había enseñado: se cuenta que a sus doncellas y criados les clavaba agujas bajo las uñas, les ponía en sus manos monedas y llaves al rojo vivo para contemplar cómo se quemaban y se retorcían de dolor. Otros corrieron aún peor suerte: murieron congelados sobre la nieve mientras Elisabeth ordenaba que se les arrojase agua fría y disfrutaba de su agonía.

Pero todo empeoraría aún más tras la repentina muerte de Ferenc, en enero de 1604. Dicen que éste fue el desencadenante que la volvió más cruel y más sanguinaria y la llevó a obsesionarse con la búsqueda de la belleza y juventud eternas y a rodearse de brujas, hechiceras y alquimistas.

Se comenta que el origen de su obsesión con la sangre proviene de un episodio con una de sus criadas: la pobre chica, le dio un pequeño tirón mientras le cepillaba el cabello, y Elisabeth como castigo la azotó hasta sangrar. Al parecer parte de la sangre salió disparada hacia su mano y observó como tras eso su piel quedaba más tersa y suave. Acto seguido ordenó que a la criada le cortasen las venas y el cuello y que llenasen una bañera con su sangre. No sería la primera, ni mucho menos: la misma suerte correrían muchas más jóvenes que eran encerradas en los sótanos del castillo para ser torturadas, mordidas, cortadas y desangradas. Se dice que había llegado un instrumento de tortura llamado “la dama de hierro” que le permitía desangrar lentamente a sus víctimas y mantenerlas con vida durante más tiempo. Se calcula que durante los diez años que duraron las tropelías de Elisabeth y su séquito murieron hasta 650 jóvenes de todas las poblaciones cercanas al castillo de Csejthe.

Los rumores se extendieron por toda Hungría y llegaron a oídos del rey Matías II que envió al conde palatino Jorge Thurzo a realizar las oportunas pesquisas. En 31 de enero de 1610, Thurzo, junto con sus soldados entró en palacio y se encontró con una terrible escena: olor a muerte, cadáveres en diferentes estados de descomposición, mujeres agonizando, fosas comunes en los jardines con decenas y decenas de cuerpos…

El pueblo clamaba justicia y se celebró un juicio: mientras Elisabeth se había acogido a sus derechos nobiliarios y optó por no comparecer, sus cómplices, sus brazos ejecutores, fueron juzgados, condenados y decapitados, salvo las brujas (Dorothea, Helena y Piroska) que fueron quemadas vivas. Sólo una de las colaboradoras de Bathory, Katryna, que tenía tan sólo 14 años, salvó la vida y fue condenada a recibir cien latigazos.

Elisabeth quedó recluida en su castillo mientras la aristocracia pedía al rey Marías II su cabeza. Finalmente, tras la mediación de Thurzo, se acuerda que Elisabeth pase el resto de su vida encerrada en sus aposentos, que fueron sellados dejando solamente un pequeño agujero por el que le suministrarían comida y agua. Allí permanecería durante 4 años, hasta su muerte el 31 de julio de 1614. Tenía 54 años y se había cobrado la vida de más de 600 jóvenes. El pueblo se negó a que fuese enterrada en el pueblo y sus restos se trasladaron a la cripta que la familia Bathory tenía en Ecsed, en el noroeste de Hungría aunque se desconoce a día de hoy dónde se encuentra su cuerpo. Su historia, junto con la de Vlad Teppes, inspiró a Bram Stoker para la novela Drácula. Y hasta aquí el hilo de hoy. Os dejo algunos enlaces por si os interesa el tema y queréis indagar un poco más:

https://www.lavanguardia.com/historiayvida/edad-moderna/20200807/27210/erzsebet-bathory-monstruo-victima-complot.html

Publicado por veganibalecter

Como perder el tiempo en twitter no me parecía suficiente...decidí abrirme este blog. Aquí encontraréis (en otro formato) mis hilos sobre cine, historia, literatura, sociología...

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